jueves, 8 de enero de 2009

No tengo ninguna historia graciosa ni simpática que pretenda enganchar a nadie. Solo quiero escribir y desahogarme un poquillo con el día a día y así poder descargar en estas palabras un poco del famoso estrés que padecemos, en mayor o menor medida, todos.

Hoy por primera vez en más de un año, tengo un día de vacaciones en mi trabajo. Casi ni me lo creo. Y como siempre pasa, de todo lo que tenía planeado para hacer no he hecho nada y, por encima, sigo con la tensión y estrés acumulado de todos estos meses en el trabajo. Ya empiezo a tener las alucinaciones típicas de buscar un trabajo menos estresante, pero eso sí, bien remunerado, y que me guste (jajaja, me troncho "de ilusiones también vive el tonto de los cojones"). También me he planteado a segunda alucinación más corriente en estos casos, la famosa granja; volver al campo, montar una granja de ¿? (algo), o una casa rural. Pero luego siempre queremos tener las comodidades al ladito de casita(medios de transporte, cines, restaurantes,...).

Bueno voy a seguir buscando mi utopía, seguiré informando a mi subconsciente de mis progresos. Así que, nos vemos.